El siglo XXI ha traído consigo una gran cantidad de avances, ya sea gracias a la lucha por la igualdad, nuevas tecnologías, desarrollo de energías renovables, etc. Sin embargo, en el ámbito de la salud ha supuesto un problema serio de difícil solución.
Según la Encuesta Nacional de Salud, el 21,6% de la población adulta sufre de obesidad, lo cual supone un aumento del 200% respecto a los años 70. El crecimiento descontrolado de dicha cifra supone un auténtico desafío a la sociedad, la cual normalmente no percibe el problema.
Y muchos os preguntaréis ¿Cuál es el origen de dicho crecimiento? La respuesta fácil sería culpar al gigante de las marcas de comida rápida: Estados Unidos. Sin embargo, la problemática abarca más factores:
- Ejercicio físico: El aumento de las tecnologías ha supuesto un avance en el desarrollo de muchísimos sectores y ha otorgado facilidades para hacerlo todo desde casa. Ese mismo hecho ha provocado que la sociedad adopte tendencias a quedarse en casa buscando entretenimiento en vez de salir a la calle, lo cual hace que las personas cada vez gasten menos energía, generando grasas y aumentando su peso.
- Abandono de la dieta mediterránea: Los países mediterráneos como Malta, Grecia, Italia y España están adoptando un cambio hacia comidas con menor cantidad de verduras, comidas procesadas y que, en definitiva, suponen un efecto saciante menor, olvidándonos de las maravillas de la comida mediterránea rica en nutrientes y con un poder saciante mayor.
- Comida rápida y "Delivery": Aquí es donde entra el "paciente cero" de esta enfermedad. Estados Unidos es el país con mayor porcentaje de obesidad, con un 40%. El país americano, conocido por ser impulsor de grandes negocios, no lo ha sido menos con los restaurantes de comida rápida, los cuales, unidos al efecto "Delivery", con lo que te llevan la comida a casa, hace que los dos apartados anteriormente mencionados se unan para abandonar el movimiento y la comida saludable por la "comida basura" y el móvil o la televisión.
Estos factores facilitan la aparición de enfermedades que suponen problemas muy serios como lo son la diabetes, el cáncer, los problemas óseos y articulares, la hipertensión, problemas renales, ansiedad, deterioro cognitivo... y una lista tan larga que lo preocupante irónicamente sería no preocuparse.
Evitar caer en estos problemas y mantener un ejercicio físico normal junto a una dieta nutricionalmente equilibrada son pasos importantes en la lucha contra esta enfermedad tan fuertemente arraigada en la sociedad.